"Desde el fondo de ti y arrodillado, un niño triste como yo nos mira." Pablo Neruda. La devoción al tiempo me mira con afanes, y sabe que existo para ti, recuerdo, miel y trigo de evocación perenne. Te sabes hermosa, y concibes tu figura renovada en cada momento de tu acción. Tu tienes la eventualidad del universo, una mirada tuya encierra donaire de ternura, tu voz en el viento es susurro de armonías que confina el canto de los ríos. Eres la sonrisa del paraíso recobrado, tu incienso de mujer se mueve en vaivenes de liturgias, son ritos sagrados de altares ocultos, antiguas leyendas recrean tu porte de mujer deseada. Arrodillado estoy y miro en un espejo, que me devuelve una imagen de vida, de camino andado, mi mano al aire trata de retener la arena, que se escapa. Mi amparo es la fe, que abraza una esperanza, se vive, y se muere en el azul de una espera fragmentada en mi